De acuerdo a información de mundochiapas.com, ésta zona arqueológica maya se encuentra a sólo 10 kilómetros de la ciudad de Ocosingo. Su apogeo data de finales del siglo VI y principios del X d. C., lo que significa que hacia el año 900 se convirtió en la acrópolis de mayores dimensiones del México neolítico.

El espacio sagrado de Toniná, es uno de los lugares donde se muestran más los efectos del poder, ya que la estructura piramidal, se montó sobre el remate de una cordillera que, llena de árboles, serpentea por el norte del valle de Ocosingo. Ahí se formó un enorme laberinto de épocas, templos, palacios y escalinatas que se fueron encimando durante más de mil años de construcción.

De las siete plataformas que constituyen la gran pirámide, sobresalen la tercera en la que se encuentra el Palacio del Inframundo; la cuarta en el que se halla el Palacio de las Grecas y la Guerra; la sexta en la que se ubica el mural de los cuatro soles, que es una especie de códice hecho en estuco que representa el mito de las cuatro eras cosmogónicas; y por último la séptima, sobre la que se levantan los templos de los prisioneros y el del Espejo Humeante.